Sin introducciones estas son algunas razones por las que no estás bajando de peso.
1. Piensas que comes sano, pero no lo haces
Si en tu mesa hay una lata de gaseosa para el almuerzo entonces no estás comiendo sano. Si comes pan blanco no estás comiendo sano. Si comes azucar tampoco y si comes muchas harinas blancas tampoco. ¿Qué es comer sano? Es comer comida de verdad, comer frutas, comer verduras, comer granos, carne, pescado, lácteos, aves, comer integral y comer alimentos que estén en un estado lo más natural posible.
2. Has caido víctima del cardio crónico
¿Haces el mismo ejercicio de cardio desde que comenzaste el gym? ¿y qué tal la duración, siguen siendo unos 20 minutos, media hora? Si lo haces te está faltando un concepto muy importante sobre el ejercicio: la progresión. Tu cuerpo, para mejorar tiene que recibir estímulos constantes, si no lo hace no mejora, se adapta a lo que le das y allí se queda sin obtener mayores progresos. Hay muchas formas de agitar tu cardio para seguir obteniendo resultados: cambiarlo, aumentar el tiempo, la duración, la intensidad son algunas alternativas que puedes aplicar ahora mismo.
3. Has ganado músculo
Si bien siempre hablamos de que el método más simple para controlar lo que hace tu peso es utilizando una balanza, este método no es el más efectivo de todos. La balanza no cuenta el total de la historia, no mide masa muscular, ni cantidad de líquido en tu cuerpo, ni tu porcentaje de grasa corporal. Puede que no adelgaces porque has ganado tejido muscular. En este caso es algo bueno ya que has cambiado tu composición corporal, estás cambiando tu estructura y más tejido muscular te hace quemar más calorías. Si quieres más precisión lo ideal sería un calibre medidor de grasa corporal, allí sabrás con exactitud si tu cuerpo está mejorando, o no.
4. No estás controlando tus carbohidratos
Se piensa que la grasa es lo que está haciendo engordar a todo el mundo pero en realidad gran parte del problema está en los carbohidratos. Si estás teniendo problemas para bajar de peso tal vez estés comiendo demasiados carbohidratos, y encima de los malos. Tu sabes, carbohidratos refinados, azúcares simples, gaseosas, pizas, panes, jugos artificiales, harinas blancas.
5. Estás comiendo de más
Pareciera sentido común, pero no lo es. Una parte de la ecuación para la pérdida de peso es comer sano. La otra es cuidar las cantidades. Las calorías todavía importan y si comes más de las que tu cuerpo necesita, sea comida sana o no, engordarás.
6. No has desarrollado hábitos buenos, ni tampoco has eliminado los malos
Sé honest@ contigo ¿Sigues salteandote los ejercicios, faltando al gimnasio, haciendo tus ejercicios solo por obligación? ¿continúas tentandote a la noche y todo lo sano que comiste durante el día lo mal compensas con un montón de comida por las noches? ¿has dejado de una buena vez por todas la mayonesa, la manteca, la cerveza? Identifica tus malos hábitos alimenticios y trabaja para mejorarlos. Pero al mismo tiempo apunta a desarrollar de los buenos, desarrolla la disciplina para ir a entrenar todos los días, aprende a cocinarte sano, motívate para lograr el peso que deseas, etc.
7. Tu despensa y tu refrigerador apestan
Esto no es ciencia espacial. Si tu despensa está repleta de comida poco sana, si mires adonde mires encuentras comida chatarra entonces eso es lo que comerás, y ya puedes ir anticipando el resultado de hacerlo. Tira toda tu comida chatarra y reemplázala por alimentos saludables. Haz lo mismo con tu heladera. Si no lo ves hay menos chances de que lo comas, y al mismo tiempo al reemplazar toda esa comida automáticamente estarás comiendo más sano.
8. Tu fuerza de voluntad está al mínimo
La fuerza de voluntad es como un músculo, se fortalece cuando se la trabaja. De la misma manera que alimentas tu cuerpo también tienes que hacerlo con tus ganas. ¿Cómo? paso a paso, pequeñas victorias, una tras otra hasta que llegues a lo que deseas. Este tal vez sea uno de los puntos más determinantes y el que hará toda la diferencia entre lograr tu ansiada pérdida de peso o seguir luchando y desilusionandote con los resultados que obtienes.
9. Estás replet@ de excusas
Si te encuentras teniendo mini discusiones o argumentos contigo mismo sobre las razones por las que debes comer menos y mejor, o por qué tienes que hacer tanto ejercicio entonces estás llen@ de excusas. La cuestión es muy simple, para bajar de peso hay un conjunto de cosas que tienes que hacer, si las haces adelgazarás, sino no. Así que si te encuentras en medio de una situación en la que no paras de ponerte peros mejor revisa tus prioridades, comprende que si quieres cambiar tu cuerpo tienes que estar dispuest@ a pagar el precio de hacerlo.