Algunas razones por las que no estás consiguiendo el cuerpo que deseas


Entonces quieres mejorar tu cuerpo. Quieres conseguir tu cuerpo ideal y quieres resultados, perfecto! Pero ¿qué estás tratando de lograr exactamente? ¿Quieres eliminar grasa? ¿Ganar músculo? ¿Eliminar grasa y construir músculo? Ahora, una vez que has respondido esta pregunta, y que has comenzado a trabajar en tu objetivo hace tiempo es momento de preguntarse:

¿Está haciendo tu cuerpo lo que quieres que haga?

Si la respuesta es si, felicitaciones, sige haciendo lo que estás haciendo. Si tu respuesta es no, este artículo es para ti.

A continuación dejo lo que pienso que son las razones más comunes por las que tu dieta y tu ejercicio no te están llevando hacia el cuerpo ideal que deseas conseguir.

1. Te estás enfocando demasiado en el sin sentido y no tanto en los principios probados que funcionan

¿Quieres bajar de peso? Así funciona: tienes que crear un déficit calórico. Si no lo haces puedes gastar una infinidad de tiempo preocupándote por los carbohidratos y las grasas y las proteínas, y comer más o menos de cierto tipo de comidas, y hacer diferentes variedades de cardio, y muchas repeticiones y bajas repeticiones y la lista sigue y sigue… y todo será por nada.

¿Quieres ganar músculo? Así funciona: debes comer lo suficiente para apoyar el crecimiento y utilzar cargas progresivas en el gimnasio. Buscarse la mejor rutina, y los mejores ejercicios, y el número ideal de series y repeticiones, y los mejores suplementos… todo completamente inútil si los principios básicos no están en su lugar.

Lo gracioso es que mucha gente se concentra tanto en lo que importa poco y desestima casi totalmente los principios que necesitan de su máxima atención. La verdad es que, por cada objetivo que se tenga existen una serie de principios comprobados que deben realizarse para lograr el objetivo deseado. Lo demás, honestamente son detalles menores, pequeños ajustes que podemos hacer para mejorar el objetivo, pero que no llegan a tener ni la mitad de la importancia de los principios básicos para lograr lo que queremos.

A pesar de ser cierto, de alguna manera estos detalles menores se vuelven las cosas por las que más se preocupa la gente, usualmente a expensas de lo que realmente importa.

Tomemos como ejemplo el muchacho delgadito que quiere ganar músculo. ¿Qué está haciendo mal? 99% de las veces no come lo suficiente, o no se concentra en la progresión en el gimnasio, o una combinación de ambas. Está tratando de averiguar qué marca de creatina es la mejor, o pensando si el press de banca es mejor que las aperturas con mancuernas, o si debería hacer 10 series de 8 repeticiones u 8 series de 10 repeticiones.

Ahora tomemos a la mujer que le cuesta ganar peso. ¿Qué sucede con ella? Probablemente la mayoría de las veces falla al crear el déficit calorico que necesita. ¿Y qué hace en cambio? Se preocupa por si está comiendo demasiados carbohidratos, o si está comiendo alimentos con alto indice glicémico, o si caminar en la cinta quema 30 calorías más que la bicicleta fija, o si algún producto para bajar de peso puede lograr lo que ella quiere.

Adivina qué. Todas estas cosas sólo te distraen de esos principios básicos, probados y comprobados que realmente importan.

Ahora, yo soy un perfeccionista y sería justo decir que estas pequeñas cosas personalmente me importan y busco hacerlas de la mejor manera, en general trato de ver cada detalle que me acerquen un poco más hacia mis objetivos. Sería erróneo de mi parte decirte que nunca le prestes atención a alguno de estos detalles. Lo que quiero decir sin embargo es que no son el tipo de cosas que te llevarán a alcanzar tu objetivo. De hecho, muchas de estas cosas no harán una diferencia significativa. Entonces ¿qué lo hará? Los pocos principios básicos y comprobados que realmente importan.

Entonces, encuentra cuáles son esos principios según tu objetivo y concéntrate en ellos y solamente en ellos. Y luego, si sientes que necesitas optimizar tus esfuerzos y crees que necesitarás de esos detalles en el futuro, siéntete libre de utilizarlos, pero sabiendo que estas pequeñas cosas no harán una gran diferencia en tu objetivo principal por un lado. Y por otro, no dejes que esas pequeñas cosas se interpongan en lo que realmente importa, porque son ellos los que harán que tu cuerpo se vea como quieres que se vea.

2. No estás prestando atención.

¿Al menos sabes si tu cuerpo está haciendo lo que quieres que haga? ¿Te estás pesando en una base regular, tomando medidas, sacándote fotos?

¿Estás llevando alguna especie de registro de tus sesiones de ejercicios, sabes cuántas series y repeticiones, y cuántos ejercicios hiciste la última vez? Si no lo sabes no habrá manera de saber qué tienes que hacer en ese momento para que sucedan los resultados. Y casi puedo garantizarte que si no sabes cuáles son tus objetivos para tu próxima sesión de ejercicios, no lograrás que tu cuerpo haga lo que quieres que haga.

¿Estás llevando un diario de alimentos, sabes lo que comes a diario, sabes cuánto comes, conoces tus calorias? ¿Y que tal ayer? ¿Y el mes pasado? Simplemente preguntaba porque si quieres perder peso o ganar músculo existe un cierto número de calorías quetu cuerpo requiere cada día para que suceda lo que quieres que suceda.

Entonces ¿lo sabes?

3. No haces los ajustes cuando lo que estás haciendo no está funcionando

Seguramente coincidirás conmigo en esto: vas al gimnasio y ves personas que se ven exactamente igual siempre e aún así sigue haciendo exactamente lo mismo y ni siquiera se preguntan por qué no están progresando.

Si tu dieta y programa de ejercicios no ha logrado que se construya nuevo músculo o que se haya perdido más grasa durante el último año ¿adivina qué? Tampoco lo hará este año, ni el que viene. Si lo piensas es medio loco. Tienes un objetivo, haces lo que piensas que debes hacer para lograr ese objetivo, lo que haces no funciona, y lo sigues haciendo. ¿Qué loco no? Y más loco aún es lo terriblemente común que es esto en el mundo de los gimnasios.

Tengo tres preguntas para hacer…

La primera es ¿realmente les importa? ¿no pueden darse vuelta y dar una honesta mirada a los resultados que no están obteniendo, ni admitir que lo que ellos pensaron inicialmente que funcionarían no están funcionando? ¿que el método que eligieron simplemente no fué la elección correcta? Y lo peor de todo, y esta es la parte molesta, es que se niegan a cambiar lo que venían haciendo.

La segunda tiene que ver con el hábito y la rutina. ¿Están tan ensimismados con la rutina de la manera en que comen y se ejercitan que no pueden salirse de ella? Simplemente comen de una cierta manera porque esa es la manera en que comen, y se ejercitan de tal manera porque esa es la manera en que se entrenan. Están estancados en la rutina y todo esto es parte de su vida, para bien o para mal, tal y como lo es cualquier otro hábito.

Y la tercera, bastante molesta por cierta: Estupidez. Muchos no se han dado cuenta de que lo que vienen haciendo desde hace bastante tiempo (incluso años) no está funcionando. O peor aún, se han dado cuenta de que no funcionó pero lo siguen haciendo con la esperanza de que magicamente comenzará a funcionar de un momento a otro.

Podría ser una combinación de las tres, o tal vez algo más. Como sea, si esto te suena familiar, deja que este artículo sea el portazo en la cara necesario para salir de lo que sea que te tenga atrapado. Da un paso hacia atrás, analiza tu situación y comienza a buscar los resultados que tanto deseas.

4. Haces ajustes muy a menudo y/o innecesariamente

Se podría hablar de dos tipos de personas aqui.

Anteriormente hablamos de las personas que nunca cambian su rutina a pesar de que no consiguen resultados. En este caso me gustaria presentarte a las personas que cambian su rutina, pero esa rutina que está dando resultados, es decir, la que está funcionando.

Este tipo de conducta básicamente se refiere al ejercicio, y es causada principalmente por la creencia de mitos sin sentido del mundo del ejercicio. Por ejemplo con la creencia de que hay que cambiar la rutina a menudo llegan a cambiar una rutina que realmente está funcionando incluso cada sesión de entrenamiento! Piensan que así «shockearán» al cuerpo y harán que siga dando resultados.

¿Las razones que alegan para hacer estos cambios? Que si no lo haces tu cuerpo se acostumbrará a lo que está haciendo y se adaptará y no progresará. Por lo tanto debes shockear a tu cuerpo para obligarlo a seguir logrando cambios. Es como si intentaras desconcertar a tu cuerpo y a tenerlo adivinando sobre cuál será tu próximo paso.

Nada más lejos de la realidad.

Lo curioso es que hay algo de cierto en esto. Es cierto que si haces una y otra vez lo mismo sin cambiar nada de nada, tu cuerpo se adaptará y dejará de progresar. Esto es completamente cierto. Sin embargo cuando se toma una verdad y no se la entiende bien es donde empiezan a surgir los mitos y las creencias incorrectas.

Para que tu rutina de ejercicios continúe siendo efectiva y continúe dando resultados, debes progresar sobre ella a lo largo del tiempo. Por ejemplo, si actualmente levantas 25 kilos en algún ejercicio y por 8 repeticiones, entonces deberías levantar ese mismo peso por 9 repeticiones, luego por 10 o 12, y luego amuentar el peso para comenzar con 8 repeticiones, y asi sucesivamente. Este es el UNICO tipo de cambio que tu cuerpo realmente requiere para que suceda el progreso.

Lo que sucede con estas personas es que creen que el cambio tiene que ser de estructura, y reemplazar las mancuernas por las barras, las flexiones por los encogimientos, las sentadillas por el press de piernas, si estaban haciendo pocas repeticiones lo cambian por muchas repeticiones; y así sigue…

Estos son los tipos de cambios que están asociados con ese mito. Y se basan principalmente en la desinformación y en un entendimiento erróneo del concepto. Pensarás ¿y cuál es el problema?

Qué detiene el progreso

Como se mencionó antes, para que tu rutina sea efectiva necesitas progresar de manera consistente. Ahora, ¿cómo puedes siquiera progresar en algo que estás constantemente cambiando? Y eso es sólo la mitad del problema ¿qué tal si la rutina que llevas está funcionando excelentemente bien? De todos modos la cambias. Mal hecho. Mi amigo, eso es completamente irracional.

Y créanlo o no, existe muchísima gente que hace esto. Han encontrado algo que funciona y luego lo cambian porque escucharon que debían cambiar la rutina para «shockear» al cuerpo. Lo único que se shockea es tu raciocinio al cambiar algo que estaba funcionando bien simplemente porque había que cambiarlo.

Ahora ¿esto significa que no deberías cambiar tu rutina nunca? Por supuesto que no. El punto que quiero mostrar es que no deberías cambiar algo que está funcionando. ¿Entonces cuándo deberías cambiarlo? Cuando deje de funcionar. Simple sentido común.

Todo lleva tiempo para que funcione. Si no le das el tiempo, simplemente no funcionará. Entonces, mientras estás cambiando hacia la nueva dieta o hacia lo último en ejercicio ¿adivina qué está sucediendo? Estas deteniendo tu progreso.

Melissa Fernandez

Hola, mi nombre es Melissa Fernández, soy profesional de la salud, tengo 30 años y lo que me apasiona es el movimiento humano, el ejercicio físico y todo lo que tenga que ver con hábitos de vida saludables. Soy Bachiller en Promoción de la Salud Física, tengo una Especialización en Entrenamiento Personal. Soy graduada del Programa de Formación de Instructores de Pilates impartido por Global Fitness, además cursé capacitaciones de Entrenamiento con Kettlebell, Entrenamiento Inteligente y otros cursos de entrenamiento funcional. Actualmente soy instructora del Gimnasio Universitario de la Universidad de Costa Rica y soy Coach certificada por la franquicia estadounidense Orangetheory Fitness donde trabajo desde el 2018.

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