Estas son a mi parecer las cinco reglas para hacer que la perdida de peso sea permanente:
1. Control alimenticio y ejercicio. Es cierto lo que se dice, todo lo que necesitas para perder peso es observar lo que comes, y gastar más energía de la que consumes ¿Realmente es tan simple? Si lo es (obviamente informandose un poco sobre este tema para saber como hacerlo 😉 ) Si sabes hacer esto puedes dejar de leer ahora mismo y ponerte manos a la obra que seguramente lo harás bien.
2. Cambia tu estilo de vida para lograr la pérdida de peso permanente. Si a bajar de peso lo estás llamando «hacer dieta», entonces lo más probable es que recuperarás todo tu peso (y más a veces) a los pocos meses de haberlo perdido. Las dietas no funcionan. Las dietas son temporarias. Cuando cambias tu estilo de alimentación en cambio, lo que estás haciendo es modificar conductas, y a su vez te estás poniendo en camino para la pérdida de peso a largo plazo, al éxito y al control del peso permanente.
3.Comienza a leer las etiquetas y comenzarás a perder peso. Sé que esto a veces no es agradable, pero tienes que hacerlo, y pienso que no hay manera de evitar este consejo. Si no sabes lo que estás llevando a la boca, estás como caminando con los ojos cerrados. Tampoco asumas, chequea dos veces si es posible los ingredientes que contiene cada producto y el tamaño de las porciones. En esto solamente tienes que confiar en ti, nadie va a hacer las matemáticas para bajar de peso, ni a bajar de peso por ti. Además no es una tarea complicada, pero requiere un esfuerzo inicial, uno que vale la pena hacer para llevar un estilo de vida sano ¿verdad?
4.Tómate fotos de antes y después. Sé que no es agradable verse todo regordete (perdón pero así es como me veía yo antes de comenzar a comer bien y a hacer ejercicio). Pero piensa en esto: una imagen vale más que mil palabras. En serio, no existe manera más fácil de ilustrar tu progreso en la pérdida de peso. Las fotos de después son más agradables de sacar y también de compartir. Pero poner una al lado de la otra y ver qué tanto has cambiado en, digamos, tres meses, es una satisfacción incomparable. Después de hacerlo sentirás que todo lo puedes, créeme.
5. Identifica tu ejercicio No es lo mismo hacer cualquier ejercicio. Tal vez te guste correr, entonces corre. O te puede gustar hacer jogging, entonces hazlo. ¿Una bicicleta fija en frente del televisor? ¡Hazlo!. Encuentra ese ejercicio que funciona para ti, ese que sientas que no es tanto una obligación o un deber hacerlo sino más bien algo que disfrutas haciendolo. Préstame mucha atención: nunca elijas una rutina que no te guste, porque no querrás hacerla, o no durarás mucho tiempo haciéndola.