En algún artículo pasado dijimos que todas las dietas funcionan si pones tu mente en eso y las sigues. Hablamos por supuesto de las dietas saludables y no las dietas locas que no tienen fundamento alguno. Pero volviendo al tema, si pones más o menos esfuerzo, y mantienes altos tus niveles de motivación diríamos sin temor a equivocarnos que cualquier persona puede bajar de peso.
Pero qué sucede después, la mayoría recupera ese peso que perdió y vivir a dieta se vuelve un círculo vicioso frustrante del que es difícil de escapar. Cualquiera que haya probado varias dietas lo sabe. Es posible perder esos kilos de más, pero tan rápido como se salió de la dieta se recuperan.
El problema entonces no es la dieta sino lo que haces después de hacerla. Cuando haces dieta o te metes en un plan para bajar de peso sigues ciertas reglas, hay comidas que puedes comer y otras que no, hay un programa de ejercicios a seguir y demás. Cuando te sales de ese plan porque lograste tu objetivo, o porque el evento en el que querías verte mejor pasó o porque terminó el verano… en fin, la mala costumbre de pensar que hay momentos específicos del año para estar saludable y en forma, la tendencia es salirte por completo de ese plan y pensar que ahora puedes hacer lo que quieras dejando todo eso que te sacó los kilos que te molestaban. Poco a poco regresas a los viejos hábitos, aquellos que te hicieron engordar y la consecuencia es que recuperas el peso perdido, a veces más.
¿Qué hacer entonces para no volver a engordar?
– Pensar en un plan de mantenimiento y mantenerlo. No tires a la basura todo lo que lograste. Si vuelves a tu manera anterior de comer y a tu bajo nivel de actividad volverás a engordar. Tiene que haber un plan de ejercicios y de comidas que no sea tan estricto y que puedas llevar en el tiempo como tu manera habitual de comer.
– Hábito, hábito, hábito. Si te metes en un plan para bajar de peso que no es tan estricto encontrarás que luego de que lograste tu pérdida de peso no es tan difícil mantenerte haciendo algo similiar. Estar en forma y estar sano son cosas que se mantienen a lo largo de toda la vida. Mientras más rápido comprendas que el ejercicio debe acompañarte durante toda tu vida y que la buena alimentación es algo que siempre puede mejorarse entonces ya nunca más tendrás que batallar con un peso que vuelve.
– Ten siempre un ojo en la balanza. Lo que suele hacer todo el mundo una vez que adelgazó es olvidarse de todo. Pero ten en cuenta esto, si no controlas cómo va tu peso regularmente no tienes manera de mantenerte. Mantenimiento significa controlarte. Pésate semanalmente o cada diez días para controlar que tu peso se mantiene en los números que quieres. Luego todo es más simple, si aumentas en el próximo pesaje significa que bajaste la cantidad/intensidad del ejercicio y/o aumentaste la cantidad de comida. Si te pesas puedes regular estas dos variables que te mantendrán en tu peso: alimentación y ejercicio.
– Comprométete. Decide que ya no volverás al sobrepeso y que a partir de ahora vivirás mejor y como te mereces. Piensa en estar san@ y en forma y que esa sea la norma en tu vida. ¿Qué sentido tiene mantener viejos hábitos que solo logran hacerte sentir mal contigo mism@? Olvídate de tu vieja vida y comienza a vivir como realmente lo deseas. En resumidas cuentas es tan simple como eso.
Recuerda, si vuelves a tus viejos hábitos volverás a tu viejo cuerpo…