¿Alguna vez tuviste uno de esos momentos en que pensaste que las cosas deberían ser de otra manera, que tu cuerpo tenía un potencial que no estabas aprovechando y necesitabas, más bien tenías la necesidad imperiosa de hacerlo realidad? Si en algún momento has tenido esta sensación entonces tienes que saber que es totalmente posible. Si tu cuerpo no es todo lo saludable que puede ser, o si no tiene el estado físico que podría tener las cosas tienen que cambiar, y tienen que hacerlo ahora mismo.
Desde ya este es el punto que queremos que comprendas: si te armas de autodisciplina, obtienes el conocimiento apropiado y mantienes una actitud humilde serás capaz de cambiar tu estilo de vida y transformar tu cuerpo en muy poco tiempo. Si esto es lo que estás buscando estos son nuestros consejos:
Transformando tu cuerpo
1. Un punto de referencia
Tenemos que tomar un punto de referencia para comenzar. Medidas, peso, tallas de ropa, todo eso funciona y es muy recomendado para tomar como referencia y también por otros motivos, fundamentalmente el control de tu proceso. Sin embargo si hay algo que te dará un buen punto de referencia es una foto tuya en traje de baño. Verás, cuando comienzas tus ganancias o progresos diarios serán mínimos, a veces imperceptibles. Y lo más probable es que al mirarte todos los días al espejo ni la gente de tu entorno ni tu los notes por un buen tiempo. Y si no notas cambios uno comienza con el pie izquierdo y rápidamente pierde la motivación. Por ello una fotografía hoy, otra a los dos meses o a los 45 días (más el control de tu peso semanal y medidas) mantendrán tu motivación bien alimentada.
No es tan complicado. Te armas una carpeta en tu computadora, o creas tu propio blog/diario-de-entrenamiento, incluso en tu propia cuenta de Twitter o Facebook. Te sacas las medidas iniciales, subes las fotos de frente y de costado y ya estás list@ para arrancar tu tan preciado proceso de transformación.
2. Domina las bases
Nuestro blog es una excelente alternativa para comenzar a aprender todo lo que tienes que saber sobre nutrición y ejercicios para facilitarle a tu cuerpo el entrenamiento y la comida que necesita para cambiar.
Ten en cuenta que no tienes que ponerte a estudiar sino que estás aprendiendo una ciencia que aplicada a tu cuerpo es también un arte. Todo lo que tienes que saber es dominar los conceptos y entender cuándo y por qué cambia tu cuerpo, y luego aplicar ese conocimiento a tu alimentación y a tus ejercicios.
Para dominar las bases, además de nuestro blog te recomendamos nuestro eBook gratuito «Cambia tu Cuerpo!», y por supuesto el completísimo programa que dio origen a este blog «Tu Cuerpo Ideal».
3. Define tus objetivos
Bajar de peso, ponerte en forma, recuperar tu estado físico son términos muy vagos que no definen mucho de lo que tienes que hacer para lograrlo. No seas vag@ en tu objetivo, sé práctic@, con una cuota de realismo y específic@. Por ejemplo no busques el cuerpo de modelo en una semana si tienes quince kilos de sobrepeso. Reducir un 2% o 3% de grasa corporal en un mes, perder medio kilo o un kilo por semana son objetivos prácticos, realistas y específicos. Queremos decir algo concreto con lo que tengas para trabajar.
4. Ve por el todo
Para lograr algo que realmente vale la pena lograr es preciso que vayas de lleno por ello. El éxito en transformar tu cuerpo dependerá en gran medida de qué tanto te consagres al emprendimiento en el que estás embarcad@. No decimos que no te equivocarás ni que tienes que hacerlo pefecto, eso es algo muy diferente y ciertamente deberías considerar un cierto margen de error. Nos referimos a las conductas, los hábitos. Si tienes hábitos que de alguna manera merman o retrasan tu progreso esos son los que tienen que salir. Hablamos de fumar, de mucho de tu vida comiendo en fast foods, de pasarte mucho tiempo tirad@ en cama o viendo televisión, etc.
Recuerda, todo lo que haces con tu cuerpo tiene un impacto, ya sea positivo o negativo en él. Observa lo que comes, observa tu estilo de vida, observa tus niveles de actividad.
5. Sin peros
Las excusas son sinónimo de fracaso, no existen las excusas, ni siquiera una sola de ellas. O lo haces o no lo haces. Si sales con un glorioso «no tengo tiempo!» entonces tu transformación no vale lo que piensas que vale, mejor olvídalo. Si cada tercer día de entrenamiento piensas que te mereces un día libre, o una comida que sabes que va al contrario de lo que estás buscando, o si simplemente te dices que hoy no tienes ganas de hacerlo ya puedes ir anticipando los resultados que conseguirás, si es que acaso consigues alguno. Siempre pero siempre elige un camino que te acerque a tus objetivos, no uno que te de alivio o gratificación instantánea, no sacrifiques en un momento temporario lo que un resultado duradero que te llenará de profundo orgullo y sensación de logro te darán. Equivocarse haciendo es una cosa, poner excusas es una manera de vivir, o mejor dicho de dejar de hacerlo, piénsalo…
6. Hay que salir de lo cómodo
Si piensas que lograrás transformar tu cuerpo con la misma rutina de sacar a pasear al perro durante media hora día por medio mejor lo piensas otra vez. No es que sin sufrimiento no hay ganancias, pero estate preparad@ para salirte de tu zona de comodidad, prepárate para la incomodidad de entrenar más intenso, o de comer más limpio, o de transpirar cada vez que entrenas, o tener que levantarte media hora antes para poder hacer tu cardio matinal. Transformar tu cuerpo, cambiarlo de alguna manera significativa tiene un precio, conócelo de antemano y sé consciente de que si quieres volver a un cuerpo sano o al cuerpo de tus sueños deberás pagar por él.
7. Sigue!
No es que vas a entrenar cuando estás inspirad@ o que los días de mucho frío tienes permitido estár tirado en el sillón con el televisor prendido y con todas las colchas encima. Tienes que hacerlo todos los días, tienes que desarrollar el hábito de hacer ejercicio, tienes que aprender a comer sano incluso cuando todos tus amigos están comiendo papas fritas y hamburguesas, en otras palabras tienes que ser constante y disciplinad@. Siempre encontrarás momentos para sabotear tus esfuerzos así que llegados esos momentos ¿cuál será tu elección?
Todos estos puntos pueden expandirse cada uno en un artículo separado, pero con lo que tienes hasta aquí tienes más que suficiente para transformarte y ser el mejor tú que puedes ser con unos buenos fundamentos. Recomendamos que trabajes en estos puntos tan duro como en tu dieta y tu rutina, y los resultados serán inevitables. No esperes vivir una experiencia cercana a la muerte para comenzar a introducir cambios en tu vida, no esperes que a algún familiar le diagnostiquen algo para ponerte con seriedad a hacer lo que sabes que tienes que hacer. Pregúntate cómo quieres vivir tu vida y cómo puedes sacarle el máximo provecho. Seguramente encontrarás que con un cuerpo sano y en forma mucho de lo que quieres lograr es posible; y si hablamos de que te embarcas en la transformación de tu vida o el mejor estado físico de tu historia lo que puedes lograr no tiene límites.