La estabilidad y buen estado de la columna vertebral depende en gran medida de la capacidad que tengamos de mantener la correcta activación de estos músculos.
Los malos hábitos posturales y actitudes cada vez más sedentarias provocan un aumento de la tensión de esta musculatura derivada de posiciones forzadas para la columna, eso lleva a fatigarlos o a no activarse correctamente.
¿Cuáles son estos músculos?
Nos estamos refiriendo a cuatro grupos musculares (intertransversos, interespinosos, rotadores y multífidos). Son músculos muy pequeños que recorren toda la columna vertebral.
¿Por qué depende de ellos la salud de la columna?
Su función es la de mantener estable el espacio entre cada vértebra, debemos imaginar la columna vertebral como una cuerda en tensión, pues ellos se encargan de que ésta no disminuya en ninguna parte del recorrido.
Cuando el exceso de trabajo sobrepasa la capacidad de resistencia de esta musculatura acaban fatigándose y fallando, ante este fallo nuestro cuerpo recurre a otros grupos musculares para hacer esta función. Estos nuevos músculos no están preparados para realizarla y también acaban fatigándose, generando una desestabilización muscular que acabará dando lugar a cervicalgias, lumbalgias, problemas en el hombro, anteriorización del cuello, etc.
¿Qué zonas suelen ser más acusadas?
La musculatura profunda vertebral recorre toda la columna pero su buena activación cobra mayor importancia a la altura cervical y lumbar.
La gran mayoría de problemas cervicales, lumbares y las diagnosticadas “tendinitis” en el hombro tienen su origen en la pérdida de espacio entre los cuerpos vertebrales.
¿Cómo será el trabajo a realizar para reprogramar esta musculatura?
El trabajo debemos basarlo en adoptar posiciones de autoelongación, que manden información a nuestro organismo que la musculatura estabilizadora de la columna debe despertar. A su vez estamos reduciendo la tensión sobre ella y por tanto facilitamos su función al situar la columna vertebral en una posición neutra.
Posición básica de autoelongación: (Doble mentón)
1)Autoelongación, doble mentón con puntos de apoyo:
Tumbados: Reducimos la presión de la gravedad sobre los músculos vertebrales y los ayudamos en su función de activación.
De pie en pared: Los puntos de referencia tocando la pared en todo el ejercicio (Cabeza, parte trasera de los hombros, brazos, cinco dedos de las manos).
Aguanta en cada posición 3 respiraciones profundas y lentas.
2)Autoelongación desde cadera atrás:
Partimos de la posición básica, debemos inclinarnos hacia delante a partir de llevar la cadera hacia atrás.
Realiza 6 repeticiones de 3 respiraciones.
3)Autoelongación sentados:
Situamos el tronco en autocrecimiento, en buena alineación de la espalda. Podemos buscar una ligera inclinación hacia delante del tronco manteniendo el doble mentón, y sin perder la alineación de la espalda.
Realiza 6 repeticiones de 3 respiraciones.
En Nutrición y Salud deportiva encontrarás cómo mejorar tu rendimiento deportivo y tu bienestar. Conoce más sobre fisioterapia, salud y nutrición aquí