Hacer ejercicio tiene muchas más recompensas que un cuerpo delgado. Verse bien hace que uno se sienta bien y ése sentimiento se extiende fácilmente a muchas otras áreas de la vida. Es algo que sucede naturalmente.
El ejercicio te hace sentir increíble, y esa sensación de mucha energía es lo que lo vuelve adictivo para quienes lo prueban durante un periodo de tiempo que va más allá de un par de semanas. Tal vez esta sea la razón por lo que muchos abandonan viejos hábitos para volverse adictos a uno nuevo, el hábito de entrenar todos los días.
Entrenar regularmente te hace sentir una confianza que excede lo estético. Si, es muy lindo que lo miren a uno en la pileta o en la playa o con una prenda ajustada, pero saber que lo que tienes es el resultado del esfuerzo, de la disciplina y de la constancia es una sensación muy fuerte. Te lo has ganado, ha sido tu esfuerzo, has sido tú mismo respetándote.
Pero lo opuesto es algo muy común también. ¿Cómo se sienten en el verano, al momento de utilizar poca ropa por ejemplo? Algunos se esconden y surgen toda clase de inseguridades y de diálogo negativo. Algunos quieren esconderse, algunos no quieren ser vistos, y en el medio se pierden gran parte de la vida o se la pasan solos debido a esos sentimientos.
Algunos nunca se permiten disfrutar una caminata por la playa, algunos temen vestir unos shorts y se sienten avergonzados por su aspecto… y lo peor de todo es que para algunos esto se convierte en una espiral descendente que los relega socialmente y se comienza a sufrir una fea soledad debido a causas corporales.
Claro que de todo esto hay que sacar algo positivo, porque ya sea que nunca antes hayas estado en forma o que si, las buenas noticias son que siempre se está a tiempo de estarlo. Si has estado en forma antes entonces conoces la sensación de la que te hablo, sabes lo que es sentirse espectacular, sabes lo que es pararse en frente al espejo y agradarte. Es una sensación de orgullo, te sientes con confianza, te sientes radiante, y es una sensación magnética que atrae a otros, ya no por estética, sino también por la misma confianza.
Estar en forma atrae confianza, y la confianza atrae el éxito en innumerables maneras, atrae trabajos, atrae amigos, atrae parejas. Estar en forma te libera, ya no te sientes vulnerable porque te has educado a través de la disciplina, tienes una fortaleza interior que es fruto de todo lo que has hecho para estar en la forma que estás ahora. Tengo que confesar que se siente una especie de libertad que te da vida, literalmente.
Pero si nunca antes has sentido esa sensación espero que este artículo y lo que te digo que se siente al estar en forma te inspire a buscarlo. La página de mi libro refleja exactamente las sensaciones estas, las de una persona en forma y sana que se cuida.
Yo no sé si has estado en forma alguna vez o no, y no sé si ahora estás en forma o fuera de forma y con sobrepeso. Siempre, y quiero decir siempre tendrás la posibilidad de escapar de esos sentimientos de poca valía y emociones negativas. Y ese tiempo es ahora mismo, hoy y no «algún día». No interesa si puedes comprarte un libro de ejercicios o si solo te basas en la información de este blog gratuito por ejemplo.
Comienza, eso es lo que tienes que hacer. Dejar de postergar y empezar ahora mismo con la próxima comida, haciendo unas flexiones de brazos o saltando la soga es la manera. Y mañana limpiar la despensa de comida basura, y luego calzarte un par de zapatillas y salir a correr, a nadar o andar en bici, o al gimnasio. No lo dudes, no lo pienses tanto, comienza, comienza y no te detengas!