Correr siempre es una excelente actividad para ayudar en la pérdida de grasa, sin embargo tiene una desventaja, sólo acelera tu metabolismo mientras corres y un corto periodo de tiempo después. Si quisieras que tu metabolismo vuele a toda velocidad las 24 horas del día te recomiendo el entrenamiento de velocidad o los sprints. El entrenamiento de velocidad no solo quema enormes cantidades de calorias cuando se lo hace, también mantiene tu metabolismo elevado días después. Hacer sprints combinados con jogging o correr puede brindarte excelentes resultados, especialmente cuando se combinan con una dieta limpia y saludable.
Los beneficios del entrenamiento de velocidad
El entrenamiento de velocidad es increíble, y punto. Es una gran herramienta para ayudar a quemar grasas, eliminar el estrés y también acelerar el metabolismo por días. En la cima de todo esto, el entrenamiento de velocidad es un excelente ejercicio para tus piernas y puede ayudar a esculpir y tonificar esos músculos que te encantaría que tengas.
¿Cómo hacer el entrenamiento de velocidad?
Yo recomendaría comenzar con 50 o 100 metros para comenzar. Búscate una pista de atletismo de 400 metros y realiza sprints por 50 o 100 metros, luego camina a un ritmo acelerado el doble de distancia que corriste. Te sugiero que hagas más de 10 sprints por sesión. Los principiantes probablemente deberían reducir esta cantidad a la mitad y comenzar desde ahi para ir subiendo progresivamente la cantidad de sprints.
Como es un ejercicio muy exigente, en lo personal prefiero hacerlo dos veces por semana, en días no consecutivos para darle el tiempo necesario a las piernas para que se recuperen. Martes y jueves es un buen ejemplo. Pero es clave que le des el tiempo de recuperación necesario para que los músculos crezcan y sanen. Al dividir tu entrenamiento de velocidad no sólo te recuperarás más rápido y también mantendrá tu metabolismo elevado por más tiempo.
La mecánica del entrenamiento de velocidad, concretamente de los sprints, si bien ningun atleta corre de la misma manera, debería ser la misma para todos. Por ejemplo los brazos deberían balancearse desde los hombros y mantener los brazos relajados y flexionados a aproximadamente un ángulo de 90 grados todo el tiempo. Los brazos trabajan en dirección opuesta a las piernas y deben coordinarse con la acción de las piernas para una máxima eficiencia.
El cuerpo del atleta debería tener una ligera inclinación. Es importante notar que el ángulo proviene desde el suelo y no desde la cintura. Esta inclinación es ocasionada por desplazar el centro de gravedad del atleta en la dirección en la que está corriendo.
Ahí tienes, un ejercicio tremendamente beneficioso para cambiar la composición corporal, quemar grasas y bajar de peso consiguiendo un cuerpo marcado y definido en muy poco tiempo.