Comer ensaladas es una gran manera de obtener nutrición y pocas calorías en un plato. Pero desafortunadamente esto es algo que poca gente aplica y en la comida de nuestros días las ensaladas no llegan a formar parte ni del diez por ciento de nuestra alimentación. No es casualidad que con tan poca gente comiendo ensaladas haya tanta gente con sobrepeso.
Sin embargo cuando uno piensa en comer ensaladas lo que automáticamente le viene a la mente es una plantita de lechuga con limón y nada más, pero eso no necesariamente tiene que ser así…
De hecho el abanico de posibilidades para comer ensaladas es tan amplio que fácilmente se puede escribir un libro entero al respecto. Puedes comer una ensalada llenadora para el almuerzo, o como colación, o como cena y hasta como desayuno si lo prefieres. Repito, las posibilidades son infinitas y puedes comer ensaladas crocantes, otras con alto contraste entre las verduras incluidas, otras más suaves, tradicionales, con frutas, con verduras ralladas, hervidas, al vapor, salteadas, realmente hay muchas opciones. Se trata de querer comer sano nada más.
Obviamente que para el paladar no acostumbrado comenzar a comer un montón de verduras de golpe tal vez no sea la mejor manera de reincorporar el hábito. Por lo tanto te recomiendo que comiences con las elecciones que más te gusten. Puede ser lechuga o no, pero puedes armar fácilmente una base para tu ensalada favorita con la verdura que más te guste.
Si por ejemplo te gusta la lechuga puedes agregarle repollo morado, tomate, cebolla, ajo, apio, perejil, pimientos de todos los colores, ají.
Puedes comer una ensalada verde con espinaca, arvejas, perejil, habas, daditos de avocados, coles, etc
Puedes armar una ensalada con base de lenteja y agregarle lo que se te ocurra. Un ejemplo puede ser zanahoria rallada, remolacha rallada, huevo, tomate, manzana verde…
Lechuga y espinaca
Brotes de cualquier tipo y papa o batata hervida, ajo, cebolla morada, limón.
Ensalada con daditos de queso y todas las verduras hervidas y algunas pocas crudas
Ensalada con pechuga de pollo desmenuzada, achicoria, pimientos.
Puedes agregarle nueces, dátiles, pasas y otras frutas disecadas.
Puedes prepararte una ensalada de frutas, ideal para volver del gym o de correr. Pueden ser agridulces, solo de frutas, solo de verduras crudas, con proteínas, sin proteínas, solo con verduras hervidas o cocidas al vapor, con granos enteros, con ají, sin ají, con las sobras de anoche, con todo fresco o con todo lo que nombré mezclado. Realmente no hay límites para una ensalada, y la nutrición que obtienes es realmente muy alta en poca cantidad de calorías. Tiene el plus de que te sentirás satisfecho con menos cantidad de comida y te sentirás livian@ y llen@ de energía.
A manera de advertencia no querrás «ensuciar» tu ensalada con infinidad de aceite y/o de aderezos de todo tipo. El limón, el aceite de oliva, el de canola, las semillas, las especias y hasta algún vinagre pueden ayudarte a darle sabor y un toque especial. Por el contrario la mayonesa, el ketchup y las salsas no son tan recomendadas.
Por último, experimenta tanto como quieras, contrasta sabores, complementa algunos, combina lo dulce con lo salado, lo crocante con lo esponjoso (nueces o semillas de girasol con zapallo hervido por ejemplo), lo picante también le da un gustito extra, combina gustos fuertes con gustos suaves.
Es tiempo de revivir la ensalada y reivindicarla en tu alimentación. Te garantizo una mayor salud y un menor peso si lo haces, buena nutrición, buena piel, más energía y la lista sigue y sigue. Cuéntame en los comentarios cuáles son tus combinaciones favoritas.