Cualquier persona seria que intente cambiar su cuerpo tiene que evitar el catabolismo. Pero ¿qué es? Básicamente es la descomposición de nuestro tan preciado tejido muscular para proveerle al cuerpo de energía. Esto sucede cuando el cuerpo no puede obtener la suficiente cantidad de calorías de la comida que le das y por lo tanto se vale de la grasa y los músculos para suplir esas calorías que faltan. Pero atención, que hayamos mencionado las grasas no quiere decir que el catabolismo sea algo bueno y siempre tienes que evitarlo. La manera de evitarlo es comiendo la cantidad debida de calorías. Sin embargo tampoco querrás entrenar por demasiado tiempo porque estarás disparando otra hormona catabólica, cortisol. Por lo tanto, si haces ajustes y comes en los horarios correctos puedes prevenir el catabolismo tanto como te sea posible. Veamos algunas recomendaciones…
Más calorías, o menos pero no tan menos
– Si estás en un plan para ganar músculo tienes que asegurarte de consumir las suficientes calorías para estar por encima de tu nivel de mantenimiento. Si estás intentando ganar músculo y estás bajando de peso tu cuerpo comenzará a valerse de tus músculos para energía. Contraproducente ¿verdad?
– Si estás intentando bajar de peso obviamente tienes que estar por debajo de tus calorías para lograrlo. Sin embargo muy por debajo también es algo contraproducente que de la misma manera consume tu tejido muscular y en consecuencia desacelera tu metabolismo, lo que te hace quemar menos calorías a lo largo del día, dificultando tu pérdida de peso al tiempo que comienzas a acumular lo que tanto esfuerzo te está llevando eliminar, la grasa. Piensa en una merma de no más de 500 calorías entre comida y ejercicio para evitar que esto te suceda y te estanques dejando de obtener resultados.
No entrenes demasiado
Algo muy común en mucha gente es que en su esfuerzo por quemar tanto como puedan o de ganar tanto como puedan se la pasan horas y horas en el gimnasio o haciendo sus ejercicios de cardio. NO LO HAGAS! Querrás evitar el sobreentrenamiento tanto como te sea posible. Tu rutina de entrenamiento nunca debería pasarse de una hora, sea lo que sea que estás haciendo. Cuando entrenas por largos periodos de tiempo tu cuerpo comienza a liberar una hormona que se llama cortisol, y lo hace porque tus reservas de comida se han vaciado y de alguna parte necesita obtener energía, yendo directo a tu tejido muscular.
Para terminar, sincronízate un poco con la comida
Comer en los momentos correctos puede hacer toda una diferencia en los resultados que obtienes de tu entrenamiento. Se trata de buscar un equilibrio ya que si comes al poco tiempo de tu comida anterior lo más probable es que acumules esas calorías como grasa. Por el contrario, si comes mucho después de tu anterior comida tu cuerpo puede que comience a buscar el tejido muscular como energía. Por eso es que entre otras cosas tanto se recomienda que hagas comidas pequeñas cada dos o tres horas. Esto mantendrá tu cuerpo en un estado anabólico si estás buscando ganar músculo, y en un estado en el que tu metabolismo se mantendrá óptimo para quemar calorías si lo que estás buscando es quemar grasa corporal y adelgazar.
Luego, el desayuno es clave, y también lo son las comidas pre y post entrenamiento, sin desmerecer a que tienes que comer con horarios establecidos todo el día y hacer todas tus otras comidas también.
En suma, trata de evitar el catabolismo tanto como te sea posible. Ganar músculo o adelgazar es un trabajo que requiere esfuerzo y ciertamente querrás todas y cada una de las armas para hacerlo una realidad en tu cuerpo. Come bien, entrena bien y los resultados aparecerán, garantizado.