No hace mucho en otro artículo hicimos referencia a que los índices de obesidad y de sobrepeso crecen y crecen en todos y cada uno de los países del mundo, y que lo hacen a pasos agigantados. Pero también hay una tendencia y muchas ganas de mucha gente a revertir esta situación y adelgazar. Y en este sentido aparecen los productos «light», los supuestos secretos, las píldoras y demás productos que en resumidas cuentas no sirven para nada, además de que son potencialmente peligrosos.
Por supuesto que también existe una manera más «inteligente», sin tanto sacrificio, y por supuesto permanente, de hacerlo. ¿Tienes que pasar hambre? ¿eliminar ciertas comidas? ¿cómo comenzar? Tengo que decir que no tengo la más mínima idea de si existe el término «inteligencia adelgazante» y si existe pido perdón por usarlo sin permiso :P, simplemente se me ocurrió que el término llamaba la atención para el propósito de lo que quiero señalar aquí. El asunto es que hay maneras de adelgazar sin ponernos en riesgo y con un sentido que vaya más allá de la usual urgencia de perder peso para ayer.
Comencemos diciendo esto: si nunca antes hiciste nada de nada o llevas años con una vida sedentaria entonces tienes un poder que nadie más tiene. Durante un buen tiempo si te ejercitas y comes sano tienes la posibilidad de quitarte mucho peso en relativamente poco tiempo y con un relativo poco esfuerzo. Si ese es tu caso quiero que lo sepas desde ya: muchos te envidiaremos (y me incluyo porque esto también aplica a quienes quieren ganar músculo, tonificar y varios objetivos).
Pero sacando esto, y si no perteneces a ese «selecto» grupo, de todos modos hay maneras de aplicar un poco de inteligencia a tus esfuerzos para que rindan más, siempre y cuando sepas que para adelgazar y luego mantener tu peso dentro de rangos saludables tienes que llevar conductas que te acompañarán no el resto de tu vida, pero si durante un buen tiempo.
Entonces ¿qué hay que hacer? Lisa y llanamente tienes que considerar seriamente cambiar los hábitos, al menos los relacionados con la comida y tus niveles de actividad. Porque si tienes que adelgazar eso significa que tu manera de vivir te ha hecho engordar, lógica pura ¿verdad? Bueno, para que sepas qué tienes que hacer hoy quiero mostrarte estos pequeños cambios iniciales que con el tiempo incorporarás tan bien que ni siquiera te darás cuenta que cambiaste, y por supuesto que tu peso te lo agradecerá…
– Comienza un registro. Probablemente no suene algo tan bueno para hacer, pero debes hacerlo, al principio…
Verás, la razón principal por la que se gana ese extra de peso es porque se come mal. Por lo tanto, para descubrir lo que anda mal es necesario registrar lo que se come. Luego lo analizas unas cuantas semanas y listo, lo que sigue es comer en base a los resultados que obtuviste.
– Aprende a leer las etiquetas por favor. Compra comida a conciencia porque esa manera de comer anterior es la que engorda. Por lo tanto aprender este simple hábito puede agregarle años a tu vida y quitarte vaaaaarios kilos de encima, literalmente.
– El día a día es lo que importa. No es lo que comes en una fiesta ocasional o para las fiestas de fin de año lo que aumenta tu peso, es lo que haces día a día con la comida. Esa colación con las comidas equivocadas (pastelería, azúcares, latas de gaseosas o sodas, etc), comer dos o tres platos en el almuerzo y después hacer lo mismo en la cena, tu sabes, no estoy en tu casa para decírtelo con certeza, pero tú más que nadie sabe lo que come, cómo lo come y en qué cantidades. Tómate unos días para registrar lo que comes, es de lo mejor que puedes hacer por mejorar tu peso y adelgazar.
– Basta de pasar hambre. No es necesario, no funciona y te frustarás. Por el contrario si dejas de comer fritos y alimentos con un alto contenido de azúcar y lo reemplazas por frutas y verduras hasta puedes comer más de lo que comes ahora y así y todo adelgazar. No hay razones para que adelgazar sea un tormento, en serio.
– Calorías líquidas. Si bebes cualquier cosa que no esagua y ni té verde, casi puedo asegurarte que estás aumentando tu peso con tus bebidas. Cafés saborizados y azucarados, latas de gaseosas, jugos, cerveza, tés saborizados y azucarados, bebidas deportivas, todas contienen calorías, y muchas de ellas a veces. Pero no es solo el contenido de calorías, sino la cantidad que bebes a lo largo del día. No solo que no obtienes la nutrición apropiada de esas calorías, sino que además incluso podrías hasta agregar una comida extra con las cantidades de calorías contenidas en esas bebidas. Lo cierto es que casi cualquier bebida que no sean el agua hace aumentar de peso sin siquiera notarlo, así que si puedes eliminarlas todo lo que puedas le harías a tu peso un gran favor. Definitivamente notarías la diferencia.
– No apures tu adelgazamiento. Este es el último consejo por hoy, pero es uno bien importante. Lo principal es comprender que medio kilo por semana es una buena idea, de hecho una excelente teniendo en cuenta que no se te pide mucho, solo que analices un poco tu manera de comer y la calidad de lo que comes.
Y si no eres de esos «primerizos» que pueden hasta perder dos kilos de peso por semana corres un serio riesgo de perder músculo y líquido, lo que en el futuro solo haría que adelgazar fuera más difícil todavía, y obviamente que se recuperaría el peso casi al instante de dejar una dieta que te de algo como eso. Recuerda, no llevó un mes tener diez o veinte kilos de mas o el sobrepeso que tengas ahora. Por lo tanto es lógico, y esperable que ese peso se vaya lenta y gradualmente. Después de todo medio kilo por semana son dos kilos, dos kilos y medio al mes, y casi cinco en dos meses, diez en cuatro, veinte en ocho y así.
Para terminar, y realmente darle un empuje a todo esto ¿adivina que? ¡Tienes que hacer ejercicio! Exacto, para realmente potenciar todo lo anterior tienes que volverte más activo, no solo en las cosas que haces actualmente, o mejor dicho en las que no haces, sino también en alguna manera «permanente» de estar en forma. Desde salir a caminar o correr todos los días hasta hacer motocross, parkour, baile, el deporte que se te ocurra, simplemente elige. Y si lo haces, con solo seguir al pie de la letra estos consejos y ponerle empeño en analizar los resultados que vas obteniendo y perseverar tu peso cambiará, tu cuerpo cambiará y por supuesto tú cambiarás.