La motivación para comer sano y hacer ejercicio


La mayoría de las personas que se inicia en alguna forma de ejercicio lo hace porque ve que los jeans ajustan, o porque cuelga algo de los brazos o porque el traje de baño no va a quedar como era esperado. Como sea, el error de pensar que se trata de una cuestión pasajera es lo que tanto mantiene en vilo a las personas sobre el sobrepeso que poseen y la desesperación al momento de perderlo. Sucede también con los que se incian en el gimnasio y en general con la mayor parte de la población que equivocadamente piensa que comer sano es para los que tienen que bajar de peso, y que el ejercicio es solo un par de meses hasta que el jean entre bien otra vez o hasta que se vean unos buenos bíceps.

La verdad es que ambos, comer sano y ejercitarse regularmente, son un compromiso para toda la vida que excede ampliamente lo estético o la incomodidad momentanea de no verse bien en la ropa que vestimos. Largo plazo, para toda la vida, para siempre, esas son las palabras clave, y mientras más pronto asumas esto mucho mejor para ti y para tu cuerpo.

Pero cuidado, cualquiera que sea el motivo por el que comiences es total y completamente válido, nosotros no juzgamos eso. Simplemente señalamos que ejercicio y la buena alimentación suelen verse como soluciones temporarias y pasajeras a problemas específicos que una vez que se han solucionado ya tranquilamente podemos olvidarnos y volver a lo viejo. Pero la verdad es que cuando lo incorporas como un estilo de vida las cosas son mucho, pero mucho mejor; y lo que antes te parecían problemas una vez que ves diferente al ejercicio y la comida esos problemas desaparecerán como por arte de magia.

Entonces una vez que has comenzado surge la pregunta de cómo mantenerte alejad@ de la comida chatarra y cómo despegar el trasero del sillón, y cómo mantenerte haciéndolo todos los días. Cómo sigues comiendo bien cuando ves poco o ningún progreso en tu cuerpo, o cómo te mantienes yendo al gym cuando el físico no parece mejorar, o lo hace muy poco. La respuesta es que si eres serio con tu salud y con tu cuerpo, y si persigues cualquier objetivo físico o de bienestar en el que tu cuerpo está relacionado entonces la motivación es un deber.

Esta es una verdad que nadie dice, en parte porque todo el tiempo se están persiguiendo fórmulas mágicas: no importa qué tan lento sea tu progreso, toda mejora hasta la más pequeña te llevará a grandes resultados con el paso del tiempo. Esto a su vez te llevará a un aumento de tu motivación, lo que te llevará a más mejoras e incluso a más motivación y entusiasmo. Y luego, la consecuencia natural es que tu estilo de vida será uno muy diferente al del principio, y ni cuenta te habrás dado de ese cambio. Negociar un poco de empeño por una vida mejor ¿no es ese un excelente negocio para uno mismo?

Estas son algunas maneras de mantener la motivación en lo más alto que te ayudarán siempre, sin excepción, a sacar lo mejor de ti en materia de ejercicio y alimentación.

1. Lleva un registro. Si lo piensas bien es una tarea mínima que ni siquiera consume tiempo. Cuando registras cada progreso con las pesas, o mejoras con tus tiempos al correr, o esa simple fruta que añadiste pero que fuiste capaz de mantener toda la semana; y cuando miras todo eso con perspectiva tu motivación puede dar un gran salto hacia adelante. Lo que pensabas que era una nada ahora lo ves y es algo que energiza. Verte a ti mism@ progresando es de lo mejor que te puede pasar. Porque incluso un minuto menos que sea tu tiempo al anterior o al del principio ya es un avance, o ver que comenzaste a levantar pesas con cinco kilos de cada lado y ahora lo haces con cincuenta… ese es el combustible que tu motivación necesita. Cuando uno ve que avanza lo hace con ganas, y eso es exactamente lo que puede darte un diario de alimentos o un registro de entrenamiento en el que ves tu avance.

2. Haztelo fácil y no lo tomes como una carga. A veces, hacer cinco o seis comidas al día puede ser estresante, o lo mismo pasa para los horarios del gimnasio, en especial al entrenar a la mañana apenas nos levantamos. Hay muchas cosas que puedes hacer para facilitarte la tarea de incorporar un nuevo estilo de vida. Puedes cocinar todas tus comidas del día de una sola vez, incluso puedes hacerlo para toda la semana y guardar en el freezer. Con el ejercicio si sientes que la mañana no es tu momento no pasa nada si lo haces a la noche luego de trabajar, mientras lo hagas eso es lo que importa y eso es lo que te dará resultados. Repetimos, no te tomes esto como una obligación, hazlo a tu manera, hazlo como puedas pero hazlo de alguna manera. Esto tiene un valor muy grande, que al hacerlo pronto encontrarás maneras de hacerlo mejor o de incorporar comidas y actividades mejor en tu vida. Lo que sigue es que todo esto se convierte en una segunda naturaleza y lo haces automático luego de unas cuantas semanas.

3. No pretendas ser perfect@. Ser estricto es lo peor que puedes hacer para con tu nueva manera de vivir. Lo radical suele funcionar en algunos casos, pero tiene la gran contra que a la primera de equivocaciones o falta de resultados se abandona todo tan fácil que después cuesta más volver. Mejor pon lo mejor de ti pero no te lo tomes como algo de vida o muerte. Además, comer sano y ejercitarte no significa poner tu vida patas para arriba sino introducir algunos cambios, nada más. No es que ahora serás entrenador personal o nutricionista, simplemente estarás mejorando tu calidad de vida o estarás camino hacia el cuerpo de tus sueños.

4. Tómate fotos de vez en cuando. Esto es de lo mejor que puedes hacer para ver directamente esos cambios que a veces parecen imperceptibles. La clave con las fotos no es tomártelas cada par de semanas ni tampoco mes a mes, pero puedes tomártelas cada 45 días o dos meses y si eres constante esos cambios se notarán. Las fotos en sí mismas son una motivación aparte, y es seguro que se convertirá en un desafío y un objetivo en sí mismo que buscarás mejorar. Lo que podemos decirte con certeza es que ver un cuerpo diferente con el paso del tiempo es de lo más gratificante y motivador que se puede hacer por uno mismo. Allí notarás lo lejos que has llegado.

Estos cuatro puntos son de lo mejor que puedes hacer para mantener la motivación encendida, también recomendamos que te diviertas en el proceso, que tengas paciencia porque cualquier cambio en tu cuerpo lleva su tiempo; y también que te busques ídolos, inspiración y fotos a las cuales aspirar.

Por último recuerda esto: lleva 4 semanas para que tú notes los cambios en tu cuerpo, 8 semanas para que los noten tu familia y amigos, y 12 para que lo note todo el mundo. Tan solo imagínate lo que puede pasar con tu vida si cruzas el umbral de las doce semanas! Por la tanto mantén la motivación encendida, come sano, entrena duro y ya no lo abandones nunca más. El premio de lograr una vida llena de energía con un buen cuerpo es algo de lo que nunca te arrepentirás.

Melissa Fernandez

Hola, mi nombre es Melissa Fernández, soy profesional de la salud, tengo 30 años y lo que me apasiona es el movimiento humano, el ejercicio físico y todo lo que tenga que ver con hábitos de vida saludables. Soy Bachiller en Promoción de la Salud Física, tengo una Especialización en Entrenamiento Personal. Soy graduada del Programa de Formación de Instructores de Pilates impartido por Global Fitness, además cursé capacitaciones de Entrenamiento con Kettlebell, Entrenamiento Inteligente y otros cursos de entrenamiento funcional. Actualmente soy instructora del Gimnasio Universitario de la Universidad de Costa Rica y soy Coach certificada por la franquicia estadounidense Orangetheory Fitness donde trabajo desde el 2018.

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