Para quemar calorias ahora entendemos que necesitamos consumir menos energía que la que nuestro cuerpo gasta, y esa reducción de calorías debería ser un proceso gradual en el transcurso de unas semanas. En un intento por reducir las calorias de la alimentación, mucha gente se obsesiona con el número exacto de calorías en cada comida o bebida…
Pero, ¿es tan importante ser exacto en la cantidad de calorias?
La respuesta es NO.
Piénsalo un momento, existen tantas variables involucradas en la cantidad de energía que gastamos cada día que una inexactitud en la ingesta calorica puede ser balanceada con el gasto energético de nuestros entrenamientos o actividades. En general, mientras nos mantengamos activos a lo largo del día no debería haber problemas.
Por ejemplo, un día podrías quemar el equivalente a 2400 calorias, pero si la ingesta fuera cualquier número por debajo, supongamos 2200 – 2000 calorias, todavía estarías en camino a bajar de peso. Y en el ejemplo no necesitarías contar exactamente 2000 calorias ya que de todas formas has creado un déficit calorico, es decir, estás gastando más energía de la que consumes.
Puede que suceda al revés, y haya días en que no quemes más calorias de las que consumes. Tal vez un día en que estás agotado por una jornada ardua en el trabajo o un entrenamiento inferior a lo óptimo, por ejemplo. En esos días de cansancio, agotamiento o aburrimiento tal vez no podemos hacer mucho. Pero podríamos compensarlo con un ligero ajuste en la alimentación.
Cuando tengo un día en que mi entrenamiento ha sido inferior al promedio, me aseguro de adaptar mi ingesta calorica para el día siguiente. En vez de una porción completa de arroz integral o batatas, consumo la mitad por ejemplo. El punto es que no necesito calcular exáctamente cuántas calorias consumir. Simplemente trato de compensar cualquier fluctuación, tanto hacia arriba como hacia abajo, en mi gasto energético para mantener un equilibrio.
Si haces esto, lo más probable es que podrás bajar de peso de manera consistente.