Si quieres conseguir lo mejor de tu entrenamiento no solo tienes que concentrarte en consumir proteínas en todas tus comidas. La calidad de las grasas que comas y los carbohidratos es imprescindible ya que son estos dos últimos los macronutrientes de los que tu cuerpo se valdrá para obtener energía y entrenar como corresponde.
Apunta a un mínimo de cuatro a ocho gramos de carbohidratos de calidad por día y por cada kilo que tengas. Tus mejores alternativas serán siempre los carbohidratos complejos como…
Avena
Arroz integral
Frijoles
Batata
Panes integrales
Pastas integrales
Todas las frutas
Todos los vegetales de hojas verdes
Todas las verduras
Cuando intentas desarrollar tu cuerpo, ya sea para dedicarte al culturismo o para tener un cuerpo bien marcado y tonificado tienes que tomarte tu alimentación como un trabajo. Recibimos muchísimos comentarios en nuestro blog sobre personas que sostienen que les cuesta lograr resultados, que su rutina está bien y que ellos creen que comen sano. Pero la verdad es que cuando preguntas en profundidad la comida simplemente es terrible. Repito, tómate la alimentación como un trabajo, como una habilidad a mejorar constantemente y tus resultados mejorarán considerablemente. Cambiar tu cuerpo requiere dedicación, y uno de esos esfuerzos tiene que estar en comer saludablemente.
Deberías basar tu dieta alrededor de lo natural y de lo integral. La mayoría de tus calorías deberían provenir de cortes magros de carne, huevos, legumbres, frutas, verduras, granos enteros, panes y pastas integrales. Evita lo empaquetado y lo procesado, come proteínas en todas las comidas y come cantidades generosas de buenos carbohidratos. Come también grasas sanas como los frutos secos, pescados y aceites de oliva, canola, coco, etc.
De igual manera mantente alejad@ de los carbohidratos simples. Los malos carbohidratos son aquellos que están tremendamente procesados y que ya han perdido en ese proceso toda la posible nutrición que tenían. Usualmente podrás identificar fácilmente los malos carbohidratos porque contienen dos componentes: o bien azúcares, o bien harinas blancas. Ejemplos son…
Galletas
Tortas
Todos los alimentos con harina blanca (desde pastas hasta panes y pastelería)
Cereales con colorrantes y/o azucarados
Arroz blanco