Lo que debes saber sobre las dietas intermitentes


Comer o no comer, esa es la cuestión con las dietas intermitentes. Durante mucho tiempo hemos dudado sobre escribir o no al respecto ya que se trata de un tema controversial y que se presta para malos entendidos y concepciones erróneas. Lo cierto es que hay mucho ruido alrededor del tema y la discusión es acalorada.

Básicamente el concepto de las dietas y los ayunos intermitentes es simple: hay largas horas del día en las que no comes y hay unas cuantas en las que las comidas están permitidas. Se pasa más tiempo sin comer que tiempo comiendo, es eso.

Tal vez una de las razones por las que las dietas intermitentes se han vuelto con populares en estos tiempos es la conveniencia. Una conveniencia que se ajusta a la mala manera de comer que tiene todo el mundo hoy en día. El ritual diario es el siguiente: te levantas a las apuradas, siempre sin tiempo para desayunar (y mucho menos para preparar comida) y sales todavía más rápido al trabajo. La primera vez en la que comes algo es el mediodía o tal vez más tarde.

Pero contrariamente al mal hábito, quienes practican las dietas intermitentes han reportado que se sienten más energizadas y más alerta durante el día permitiéndoles realizar sus tareas de mejor manera.

Las dietas intermitentes te ofrecen la libertad de lidiar con las ansias de comidas y manejar tu alimentación de una manera que coincide con el ajetreado estilo de vida actual. Pero a no confundirse, muchos piensan que manipular de esta manera los horarios también da permiso para comer lo que sea. Esto no es así, a pesar de que te permite un poco más de libertades todavía necesitarás tener en cuenta porcentajes de macronutrientes, cantidades de comida y por supuesto contar el ejercicio físico como parte integrante de la dieta.

 

¿Es para mi? ¿Cuál dieta intermitente me conviene?

 

Hay varias maneras de meterse en este tipo de dietas y también son varias las maneras de hacerla por lo que un tiempo de experimentación previo es importante. Como siempre nuestra primera respuesta es que no todos los cuerpos son iguales y ninguna dieta o ejercicio tiene el mismo efecto en dos personas distintas. Dicho esto, lo más importante es que si has experimentado resultados positivos entonces deberías seguir haciéndolo.

Hay distintos protocolos para hacer dietas intermitentes:

– 16/8

En el que no comes durante 16 horas y comes durante 8 repitiendo el intervalo todos los días.

Los macronutrientes y el total de calorías se manejan en ciclos a lo largo de la semana consumiendo más carbohidratos y calorías durante los días de entrenamiento y más grasas durante los días de descanso.

Se incita a las comidas trampa varias veces a la semana en momentos específicos.

– 24/7

Un día a la semana no comes por 24 horas y durante los seis días restantes comes normalmente. En lineas generales tienes libertad para comer lo que quieras en los días regulares.

– 16/8 en hombres, 14/10 en mujeres

La mayoría de los carbohidratos se consumen alrededor de la tarde noche y las comidas son principalmente orgánicas, integrales y reducidas a una pequeña lista de alimentos.

A partir de esta base rondan distintas variantes de dietas, algunos recomiendan más variedad de comidas (algunas se inclinan a lo saludable, otras son más permisivas) pero en esencia el protocolo es el señalado arriba. En cualquier caso esta es solo la idea y si pretendes hacer alguna de ellas deberías mínimamente comprarte algún libro que hable de la que te interesa al detalle.

 

Puntos a tener en cuenta

 

Es probable que alguno de los métodos de arriba funcione para ti, pero también puede que no. Si bien hay gente que reporta que alguno de los protocolos les da resultado también hay mucha que no dice lo mismo. Nuestra obligación es decirte que las dietas intermitentes no son para todos.

Aclaremos algo porque este tipo de dieta puede ser un arma de doble filo. Las dietas intermitentes no son una excusa para no comer. Si te vuelves neurótic@ con la comida, si padeces ansiedad y si la dieta es una tortura mejor lo dejas. Eso es por el lado mental.

Por el lado de lo físico se pueden sentir muchos síntomas. Algunos se sienten muy mal por pasarse gran parte del día sin probar bocado. Otros se sienten letárgicos y faltos de energía por practicar esta dieta.

Entonces si te pasa que padeces cualquiera de los síntomas que acabamos de mencionar la recomendación es que lo olvides. Tranquilamente puedes perder peso haciendo comidas más pequeñas a lo largo del día y estar tranquilo y alimentado a toda hora.

No trates de forzarte a hacer algo que no encaja contigo. De nuevo, no hay nada de malo en comer de manera más natural. Ningún método es necesariamente correcto o incorrecto, ninguno es milagroso tampoco. No te vuelvas un esclavo de tu dieta, no permitas que las cosas se salgan de control.

 

No te metas de lleno…

 

En vez de meterte de cabeza en las dietas intermitentes es mejor tener un periodo de aclimatación de alrededor de dos o tres semanas. Si lo haces de golpe probablemente sentirás un cambio drástico al que tu cuerpo no está acostumbrado. Lo mismo aplica con el tiempo que pasas sin comer. Ni se te ocurra empezar mañana con un ayuno de 24 horas.

Con respecto a las elecciones de alimentos dependerá mucho de qué tipo de dieta intermitente elijas hacer. De todos modos sea cual sea tu elección nuestra preferencia es comer alimentos que sabes que le hacen bien a tu cuerpo. Si una dieta te dice que puedes comer lo que sea y eliminar grasa puede que así sea, pero el costo de comer porquerías y no darle a tu cuerpo lo que sabes es mejor no vale la pena, créenos.

 

Conclusión

 

Lo que acabamos de decirte es nuestra opinión sobre un tema que está de moda en la actualidad y no un tutorial para empezarlas. La recomendación es que si vas a meterte en este mundo seas serio y responsable contigo mismo y te compres uno o varios de los tantos libros que se han escrito al respecto, y por supuesto que cuentes con la aprobación de un profesional. No podríamos, ni tampoco queremos, abarcar el amplio espectro que las dietas intermitentes abarcan. Se trata de un asunto serio que deberías tomar como tal. Seguimos pensando que hay maneras menos drásticas de perder peso y quemar grasas pero tampoco decimos que son el mal. Pero si de todos modos crees que son para ti te repetimos, el mejor método que puedes utilizar es aquel en el que consigues resultados y no pones en juego tu salud.

 

Melissa Fernandez

Hola, mi nombre es Melissa Fernández, soy profesional de la salud, tengo 30 años y lo que me apasiona es el movimiento humano, el ejercicio físico y todo lo que tenga que ver con hábitos de vida saludables. Soy Bachiller en Promoción de la Salud Física, tengo una Especialización en Entrenamiento Personal. Soy graduada del Programa de Formación de Instructores de Pilates impartido por Global Fitness, además cursé capacitaciones de Entrenamiento con Kettlebell, Entrenamiento Inteligente y otros cursos de entrenamiento funcional. Actualmente soy instructora del Gimnasio Universitario de la Universidad de Costa Rica y soy Coach certificada por la franquicia estadounidense Orangetheory Fitness donde trabajo desde el 2018.

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