Con solo pensarlo unos minutos se me vienen a la cabeza una andanada de mitos sobre el entrenamiento y el ejercicio que por más que la gente se encargue de aclarar que no son ciertos persisten y persisten. Convertir la grasa en músculo, hacer encogimientos abdominales para reducir la grasa en el estómago, que se puede adelgazar por zonas, que si las mujeres hacen pesas se vuelven enormes, que no hay que comer carbohidratos son solo algunos de los mitos y mentiras que rondan por estos lados.
Como sea, hay algunas cosas que tienes que saber porque algunos de esos mitos solo lograrán que te sientas frustrad@ con los resultados de tu esfuerzo. Muchas veces pasa que el esfuerzo y la voluntad son correctas, pero el conocimiento no lo es tanto y eso nos aleja de lo que queremos, y hasta a veces del ejercicio por completo. Así que a lo que dije arriba y que ya ha sido ampliamente expuesto en este blog, hoy quiero mostrarte otros mitos y cuál es la verdadera cuestión del asunto…
Si me ejercito puedo comer lo que sea
Mentira, nunca se puede sobreentrenar una mala dieta. Tal vez Michael Phelps, nadador y múltiple medallista olímpico que tiene un gasto calórico diario de 12mil calorías (lo que necesitan en promedio seis humanos) pueda hacerlo y hasta se vea obligado a ello. Pero para el resto de nosotros la cantidad y la calidad de lo que se coma influenciará directamente en lo que estamos buscando con el ejercicio. Mucha gente que se ejercita sobreestima el número de calorías quemadas durante el ejercicio y subestima el número de calorías de la alimentación que lleva, y los resultados no son lo que esperaban obviamente. La calidad de lo que comas determinará tu desempeño con el ejercicio, y la cantidad determinará si te acercas o no a tu objetivo.
Si no tengo energía y me siento cansad@ mejor no entrenar
Esto va para todos aquellos que se sienten fatigados y que vuelven del trabajo o de donde sea y sienten que no tienen energía para mover un solo pelo más. El ejercicio puede ayudarte a que te sientas con más energía y a que descanses mejor, ese es un hecho probado y comprobado por la ciencia. Momentos buenos para entrenar siempre serán en los que te sientas como más energizad@, algunos que se me ocurren son las mañanas a primera hora (no funciona para mi), a eso de las 6, 7 de la tarde, y también por las noches. Haz la prueba cuando te sientas cansad@ y luego de entrenar te sentirás mucho mejor, eso puedes comprobarlo fácilmente.
Para perder peso, solo aeróbicos
Aclaremos algo, todo lo que eleve nuestro ritmo cardiaco nos hará quemar calorías, y si a eso le sumamos el obligatorio déficit calórico necesario para bajar de peso nos ponemos en una situación ideal para quitarnos unos kilos de más. Ahora bien, mientras que el ejercicio aeróbico quema grasa directamente, y por supuesto calorías, los ejercicios de fuerza (por ej. las pesas) también ayudan enormemente a eliminar grasa corporal, incrementar el tejido muscular y quemar calorías de manera muy eficiente. Pero lo bueno de los ejercicios de pesas es que no se queman calorías solo durante el entrenamiento, sino muchas horas después de hacerlo.
Si el ejercicio no duele no es efectivo
Nada que ver, el ejercicio no debería doler para que te devuelva resultados. Un poco de incomodidad muscular es de esperar, pero de allí a que no puedas sentarte es otra cosa. No te pongas en riesgo de lesiones ni pienses que por entrenar hasta que no des más vas a acelerar los procesos. Desafiarte sí, sentir cierta incomodidad al entrenar también, pero que duela no porque ése es el camino más directo a las lesiones serias.
Si no puedo entrenar como mínimo media hora el ejercicio no sirve
Falso, cualquier cantidad de tiempo que puedas entrenar te da beneficios. Si realmente tienes una agenda apretada hoy entonces distribuye tu rutina en tres sesiones diarias de 10 minutos cada una, y los beneficios que obtendrás serán increíbles. De todas maneras hay protocolos y maneras de entrenar que son realmente muy cortas y que pueden darte tremendos beneficios en muy pero muy poco tiempo de entrenamiento. Ejemplos de ello son el protocolo Tabata en el que solamente se requieren 8 minutos de entrenamiento al día, o los intervalos en todas sus formas que no duran más de 20 minutos tradicionalmente, o dos o tres ejercicios con el peso del cuerpo que solo te llevarán 15 minutos. Casi que se puede escribir un libro sobre los entrenamientos cortos y sus beneficios. Si tienes 10 minutos aprovéchalos al máximo.
Para finalizar, no dejes que este ni ningún otro mito se entrometa en tus resultados. Si tienes dudas investigar un poco o consultar con un especialista siempre será una muy buena apuesta.