El fitness es mucho más que resistencia aeróbica o entrenamiento de fuerza. Estar en forma está relacionado con muchos factores al mismo tiempo y cada uno es importante, no uno o dos, sino todos.
Uno de ellos es el más dejado de lado por todo el mundo: la flexibilidad. Estirar y ser flexible mejora la eficiencia al momento de hacer ejercicio, reduce el cansancio y previene lesiones. Puesto de manera simple, la flexibilidad es el movimiento o rango de movimiento que tienes. Es la elasticidad de tus tejidos, tendones y cartílagos. La falta de flexibilidad puede ocasionar malas posturas, lo que devuelve como resultado imbalances en la biomecánica, especialmente en la espalda, caderas y cuello. Estos desequilibrios pueden causar más presión o estrés en ciertas áreas como puede ser presión excesiva en ligamentos y cartílagos.
Lo bueno es que siempre podemos mejorar nuestra flexibilidad por medio de ejercicios que estiren nuestros músculos y nos provean de un movimiento más fluído. Dos grupos musculares improtantes para la flexibilidad en general son la espalda baja y los femorales. Podríamos sentarnos en el suelo, con los pies contra la pared, e inclinarnos hacia adelante con el torso y nuestros brazos para ver hasta dónde llegamos y, a partir de ese punto, mejorar cada vez más, eso es de lo más básico que puedes hacer. Luego está estirar los brazos, la espalda baja, los pectorales, en fin, cada músculo de nuestro cuerpo puede mejorar su flexibilidad y así el desempeño que este tiene. Como regla general tienes que estirar todo músculo que entrenas, siempre.
Estos son algunos consejos para mejorar nuestra flexibilidad, y ser más eficientes en nuestro quehacer diario, nuestra rutina de ejercicios y nuestro bienestar en general.
1. Encuentra el tiempo para que puedas estirar todos los días. Es importante que no apures tu rutina y que vistas ropa cómoda que no limite tus movimientos. El estiramiento apropiado requiere concentración y paciencia, por lo tanto tómate tu tiempo para hacerlo.
2. Antes de empezar, si vas a hacerlo como una actividad aislada del ejercicio, calienta bien, súbete a una bici o una eliptica o salta la soga durante unos 10 minutos. De esta manera se incrementará la circulación y tu temperatura, mejorando de esta manera los ejercicios de estiramiento. Si lo haces después del ejercicio, asegúrate de dedicarle al menos 10 minutos, hacerlo no sólo te ayudará a sentirte menos dolorido después de una sesión de ejercicios intensa, sino que mejorará tu manera de ejercitarte.
3. Nunca fuerces los músculos durante el estiramiento, hazlo lentamente hasta el punto de una ligera incomodidad. Los estiramientos nunca deberían causar dolor.
4. Es importante que estés relajado cuando hagas estos ejercicios. Si no lo haces, tus músculos estarán más rígidos y los movimientos serán más duros. Tu respiración debe ser normal.
5. Estira ambos lados de tu cuerpo por igual.
6. Si hace mucho tiempo que no estiras, no empieces de golpe, comienza lenta y gradualmente hasta retomar el punto en el que estabas.
7. Deberías mejorar tu nivel de flexibilidad mes a mes. Si has creado un punto de base, compararse es bastante fácil.
Finalmente hazlo, es tan beneficioso para tu cuerpo como para liberar el estrés de la vida diaria. Necesitas estirarte, y lo disfrutarás, eso te lo aseguramos.