Incluso para las personas más conscientes de su salud, llevar una dieta balanceada y nutritiva junto al ritmo de vida acelerado de estos tiempos, es toda una odisea. Muchos de nosotros ni siquiera nos damos cuenta de si el regimen que estamos siguiendo cumple con nuestros requerimientos diarios de macronutrientes, vitaminas y minerales. Encontrar el tiempo, e incluso la motivación para mantener una alimentación saludable parece ser imposible a veces. En tales circunstancias, suplementar tu alimentación con la cantidad adecuada de nutrición no es una idea descabellada.
Mi recomendación de siempre fué que no se utilizen los suplementos como reemplazo de las comidas, uno siempre debiera apuntar a conseguir la mejor calidad de comida disponible, aprender lo básico de llevar una una nutrición balanceada y, a modo de seguro, utilizar algún multivitamínico. La realidad de nuestros días es muchas veces diferente. Así y todo, no estoy de acuerdo con esas personas que piensan que pueden comer lo que se les ocurra y que los suplementos que se compren lograrán maravillas en sus cuerpos, esa es una buena manera de tirar tu dinero, y una excelente manera de equivocar el camino en el mundo del fitness.
Camina por la sección de Salud de algún supermercado y lo más probable es que veas pilas y pilas de potes de proteina en polvo y barras. Que proteina whey, que whey gold protein, que el último ganador de masa muscular…
En años anteriores, los suplementos proteicos han sido un tema de gran controversia. Algunos detractores dicen que no sirve para nada, mientras que los más fanáticos sostienen que sirve para ganar masa muscular, bajar de peso y hasta mejorar el desempeño. Entonces ¿cuál es la verdad sobre los suplementos de proteinas?
¿Qué son los suplementos de proteinas?
Las proteinas son uno de los tres componentes esenciales de la dieta de cualquier ser humano, junto con los carbohidratos y las grasas. Proveen el material crudo para la construcción de la masa muscular y la reparación de tejidos entre otras tantas funciones.
Por otro lado, un suplemento es cualquier agregado a la dieta destinado a alcanzar objetivos nutricionales particulares. Los suplementos de proteinas están disponibles en líquido, polvo y preparados sólidos. También existen diferentes tipos de suplementos de proteinas disponibles en el mercado:
– Proteina Whey (proteina de suero de leche). Es el tipo de proteina más utilizado, deriva de la leche y el cuerpo la absorbe rápidamente.
– Proteinas de Huevo. Es reconocida por los fisicoculturistas y muchos nutricionistas como una de las fuentes superiores de proteina.
Los suplementos proteicos, ademas de ser una fuente de proteínas también contienen:
– Multivitaminas como la vitamina A y el grupo de las B
– Calcio, magnesio, fósforo, zinc…
– Estabilizadores, conservantes y antioxidantes
¿Quiénes deberían consumir los suplementos de proteinas?
Se recomienda para personas que necesitan una dosis extra de proteina por no cumplir con los requerimientos diarios de su alimentación. Culturistas, atletas de alto rendimiento son quienes las consumen regularmente. Pero las personas que no comen bien y subsisten a base de comida chatarra, incluso las mujeres embarazadas pueden requerir una cantidad extra de proteina. Si es tu caso consulta con un especialista antes de consumir algún tipo de suplemento. Quienes sufren de algún problema digestivo, de riñones o de hígado deberían abstenerse de consumirlos.
Ahora bien, cualquier persona que lleve una dieta balanceada siempre debería preferir conseguir sus proteinas de los alimentos naturales principalmente.
Por otro lado, consumir un poco de proteína no hace daño. Lo que definitivamente no tienes que hacer es consumirla en exceso. Mucha proteína puede ocasionarte problemas estomacales, deshidratación, gota y pérdida de calcio, además de daño al hígado y a los riñones. Consumir grandes cantidades es uno de los errores más comunes que cometen quienes se inician en el mundo del culturismo y compran suplementos para aumentar masa muscular.
El aspecto más importante de cualquier suplementación es que uno debe monitorear constantemente la respuesta en el propio cuerpo, ya que si tu cuerpo responde negativamente (gases, hinchazón, calambres, pesadez o retención de líquido, dolores de cabeza, cualquiera de estos) lo mejor es discontinuar su consumo.
Por último, y a pesar de que en teoría siempre es mejor recurrir a alimentos naturales y frescos, la suplementación diaria no es dañina siempre y cuando no se la utilice como un reemplazo de las comidas. Cuida tus calorías y recuerda que nuestros cuerpos acumulan cualquier caloría extra como grasa.
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