Mucho de lo que se oye, y que lamentablemente se implementa ciegamente, no tiene sustento alguno. Hoy desenmascaramos tres mentiras más de las que se dicen en materia de tu alimentación para bajar de peso.
Uno ¿Es cierto que los carbohidratos engordan?
Si y no. No todos los carbohidratos son lo mismo y si te excedes con los malos (azucares, harinas blancas y refinadas) definitivamente te harán engordar. Al contrario, los carbohidratos de buena calidad contienen gran cantidad de nutrientes y fibra que si se consumen moderadamente, es decir si no se exceden no te harán engordar. Por el contrario te ayudarán a adelgazar. Si regulas la cantidad de carbohidratos pero especialmente si comes de los que tienes que comer, lo que conseguirás es más un bien que un mal, definitivamente.
Por otro lado cualquier macronutriente que comas en exceso te hará engordar, sin importar si es saludable o no. Si comes carbohidratos saludables y los comes dentro de las cantidades apropiadas te beneficiarán en el proceso de pérdida de peso y obviamente no engordarás.
Dos ¿Debería evitar la grasa a toda costa?
Al contrario. El cuerpo humano necesita de los tres macronutrientes para funcionar correctamente. Estos tres macronutrientes son las proteínas, los carbohidratos y las grasas. Pero al igual que la respuesta anterior, hay grasas que son perjudiciales y hay grasas que nos favorecen. Grasas que deberías evitar a toda costa son las saturadas y las hidrogenadas, y a estas últimas tratarlas como veneno. En cambio sí deberías consumir grasas insaturadas y grasas monoinsaturadas que son las grasas buenas. La grasa es fundamental para innumerables funciones corporales, incluso el omega 3 favorece la eliminación de grasa y el adelgazamiento así que no dejes de consumirlas. Buenas fuentes de grasa son el aceite de oliva, el de canola, el aceite de coco, las semillas y los frutos secos por ejemplo.
Tres. Si como de noche ¿engordaré?
Tampoco esperes un si o un no por respuesta aquí. Si comes chatarra por las noches definitivamente que engordarás, en realidad si comes chatarra a la hora que sea aumentarán tus chances de engordar. El problema con comer a última hora antes de ir a dormir es la cantidad y las elecciones que se hacen. Ya hablamos de la chatarra, pero también es importante la cantidad. Un snack nocturno, digamos un vaso de leche o una fruta o un puñado de frutos secos no es algo que generalmente no se permita. Lo mismo decimos de un pollo a la plancha o un pescado con ensaladas.
¿A qué se debe este mito, qué sucede por las noches? Lo que pasa es que nuestro metabolismo reduce su velocidad durante las noches, por lo que se necesita menos energía para mantenerse. Sucede naturalmente cuando duermes. La idea es que si comes mucho para el poco esfuerzo del horario, además que dentro de muy poco estarás acostado durmiendo, lo que puede suceder es que aumentan las probabilidades de acumular el exceso de alimentos como grasa. Esto definitivamente no es estrictamente así y al final del día importarán más las calorías quemadas versus las calorías consumidas y no los horarios.
Esperamos que con estas tres creencias derrumbadas tengas mejores recursos para lograr tu objetivo de adelgazar. Ponlos a prueba y pasadas unas cuantas semanas notarás la diferencia.